Tener pequeñajos alrededor es una alegría. Ya se que es una frase muy manida, pero cuando te toca de cerca la verdad es que es cuando te das cuenta. Y si no... por favor que alguien me explique cómo te puedes pasar la tarde mirando cómo unos pitufos duermen o comentando entre todos cómo hace una nueva mueca.. en fin!!
El 10 de diciembre nacieron Pablo y Marina. Los hijos de los amigos son algo especial. Cuando además son de amigos que llegaron a mi vida por separado y se juntaron conmigo de testigo, yo creo que todavía más. Dos días antes de que nacieran cenábamos juntos los "5 magníficos". No sabíamos cuándo lo volveríamos a hacer. Ahora ya sabemos que lo seguiremos haciendo tanto como antes, pero seremos 5+2... y cambiaremos las cenas por las comidas o por las visitas al zoo o por lo que sea... pero seguiremos juntos. Y eso me ha parecido una experiencia preciosa.
El 24 de enero, retrasándose lo indecible y dejándonos sin poder verle en el hospital, nació Nicolás, mi sobrino "postizo", vamos, el hijo del hermano de Alberto. Y él ha sido especial sobre todo para Alberto, yo no tengo hermanos y aunque puedo imaginarme la emoción, él es que realmente se ha visto sorprendido... Y por fin le veo con un bebé en brazos, ya me ha costado años esa visión!!!
La incorporación a la familia ha cambiado totalmente las comidas familiares, las veces que nos vemos (que se han multiplicado) y el humor de los abuelos... que están babosos totales (y me alegro!!!)
¿¿no son todos monísimos?? pienso malcriarlos y darles todo lo que quieran.. para ellos espero ser la "tía buena".. ja ja jaa... con todo el doble sentido ;-)
Ya iré actualizando...